La coyuntura política, económica y social que vivimos hoy en día nos pone en un camino sinuoso y difícil de transitar en cuanto a solución de problemas se refiere que tienen que ser atendidos con prontitud.
La desaceleración de la economía peruana, las manifestaciones armadas en todo el Perú (con mayor énfasis en el sur del Perú), el escepticismo de los turistas de venir al Perú y el riesgo aunado a la incertidumbre que tienen las empresas nacionales y extranjeras de invertir en el Perú, nos está llevando a una crisis que de a pocos se va a sentir de manera severa en los más pobres.
La mala administración del ex presidente Pedro Castillo está ya repercutiendo en los más pobres, sumado a la debilidad del gobierno de Dina Boluarte a la hora de tomar decisiones más firmes, me lleva a pensar que esto es solo el inicio de una crisis económica, política y social que será más severa en el mediano plazo y que tomará un largo tiempo poner todo en su cauce.
La petición del ejecutivo presidido por Dina Boluarte y el primer ministro Otarola para tomar medidas tributarias no es la solución más idónea. Más aún en un gobierno que sigue siendo de izquierda aunque no tan radical.
No da confianza en que las decisiones que se puedan adoptar sean las más acertadas. No por la calidad de profesionales en los ministerios sino por no haber realizado un deslinde más severo con la izquierda radical que la llevó al poder.
Una pregunta cae de madura para la presidente Dina Boluarte y seria: ¿Sigue usted pensando en cambiar la constitución?. Deberíamos empezar por ahí para saber en realidad cual es la ruta que desea tomar el gobierno. De ahí es donde debemos de partir, porque si nos damos cuenta, desde que Pedro Castillo decidió solicitar un cambio constitucional y la constituyente, los capitales de corto plazo que estaban en la bolsa de valores tuvieron que retirarse, llevando consigo un aumento en el tipo de cambio generando una inflación por costos que han hecho que hoy por hoy los productos de primera necesidad suben su precio en 100% en algunos casos y pasado ya año y medio aun no bajen impactando de manera negativa y muy significativa en los más pobres.
Hay que notar que el turismo en la zona sur del país está prácticamente perdido para estas fechas, las ventas cayeron en 10% según el ministerio de economía, el sector inmobiliario está golpeado por el exceso de oferta de propiedades que se desean vender ocasionando la baja de los precios de las propiedades, todo ello aunado a que no se siente un verdadero cambio en las políticas que hagan sentir que el país está creciendo, todo ello hace más difícil el panorama para el Perú en los próximos años, por un simple razon: los impactos negativos en la economía genera respuestas negativas en el mediano o largo plazo. Si no se toman medidas más agresivas en cuanto a programas de crecimiento económico y lucha contra la pobreza dudo mucho que lo podamos lograr.
Los bonos alimentarios si bien es cierto son un aliciente no son la cura para esta enfermedad. El trabajo si.
Pero, ¿ cómo creas trabajo en las zonas más pobres del país?. “Siendo el sur del Perú las regiones en donde hay más manifestaciones y son casualmente las regiones más pobres”.
En tanto y en cuanto no se tomen medidas más acertadas para desbaratar esas manifestaciones arrestando a los cabecillas y azuzadores, las manifestaciones continuarán generando más caos, desconfianza en la inversiones y no permitirán que el país mejore.
Es por ello que dada esta situación, mi opinión es que el país está ya entrando en una crisis de la que será muy difícil salir, si no se toman medidas más radicales y deslindes necesarias para generar confianza en las inversiones nacionales y extranjeras, un pronunciamiento por parte del ejecutivo de que se respetara la constitución y no habrá una constituyente puede ser un buen inicio ya que ello aumentaría la confianza en los inversionistas que el país requiere.
Artículo elaborado por: Econ. Alfonso R. Salazar Guevara.