Para comenzar este análisis primero voy a definir en conceptos muy básicos lo que representan estas dos variables en mención. El riesgo y la incertidumbre. El riego es algo medible y por lo tanto podemos realizar previsiones para poder enfrentarlo.
La incertidumbre nos coloca ante peligros que no podemos medir ni prever, sabemos obviamente o intuimos que algo va a ocurrir “algo nos va a pasar”, pero no sabemos ni cuándo y ni dónde. Entonces la diferencia entre el riesgo y la incertidumbre (que si bien es cierto son sensaciones); es que el riesgo se puede cuantificar, dicho de otra manera se puede medir, mientras que la incertidumbre no.
Poniéndolo en el contexto peruano, podemos hacer la siguiente pregunta: ¿A los peruanos nos gusta el riego?
Pienso que Sí, porque lo podemos controlar y podemos saber hasta dónde arriesgar. El problema radica cuando el control se nos sale de las manos y nos vemos en apuros como ahora.
Entonces la pregunta que nos queda es: ¿Qué esperar de la incertidumbre?
La única manera de gestionar esta incertidumbre es simplemente esperar a que sucedan los acontecimientos, y una vez eso suceda rescatar lo bueno.
El problema es que con la incertidumbre nada se puede anticipar ni vaticinar, es por ello que la incertidumbre genera más angustia a pesar del riesgo; además que nada bueno en mi opinión podemos rescatar de este gobierno una vez que ocurran los hechos.
Analizando la coyuntura del Perú, el presidente en mi opinión representa un gran riesgo y una gran incertidumbre.
Haberle dado la conducción del Perú, a una persona que no está y ni estará en mi opinión preparada para el cargo, nos ha generado a nivel internacional un gran riesgo, tanto es así, que las inversiones de corto plazo tuvieron que retirarse del país, tuvieron que destinarse las reservas internacionales netas para que no suba el tipo de cambio (gracias al retiro de las inversiones de corto plazo del país), los ahorristas o dicho de otra manera las economías personales y empresariales superavitarias también colocaron sus dineros en otros países e incluso empezaron con la venta masiva de propiedades, por lo menos en Lima capital. Todo ello solo porque midieron el riesgo de lo que representa la administración de Pedro Castillo en el poder.
La incertidumbre que generó el posible cambio de la constitución, los malos manejos a nivel ministerial, el poco profesionalismo y actuaciones alejadas de la ley de algunos ministros, además de las conductas tanto presidencial como ministeriales nos ha causado una gran incertidumbre, que si bien es cierto no la podemos medir, solo nos queda esperar a que sucedan los acontecimientos (en mi opinion: negativos), para el país.
Para terminar, lo que sucede en el Perú el día de hoy, es solo el comienzo por la mala administración y porque este gobierno representa el 100 por ciento de riesgo y una gran incertidumbre, recordemos que en economía los impactos se dan por cada política económica e incluso por declaraciones del presidente que son vinculantes y las respuestas se ven a lo largo de un periodo de tiempo, eso dependiendo de la gravedad de las malas políticas y declaraciones vinculantes desacertadas.
Artículo elaborado por: Econ. Alfonso R. Salazar Guevara.
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